Augusto De Luca, fotógrafo italiano, inició su incursión en la fotografía a mitad de los años sesenta, influenciado por fotógrafos como Bill Brandt, Irving Penn, Richard Avedon y Annie Leibovitz.
«La gran fotografía está realizada en el momento justo, pero necesita también de un corte justo que valorice ese momento… La fotografía tiene que vivir del contenido y de la forma, la que vive solo de uno de los dos no permanece… Yo tengo muchas almas, que salen fuera en ciertos meses o en años alternos. Soy fotógrafo, artista-interprete, abogado, coleccionista, músico. Todo esto forma parte de mí, no elimino nada, simplemente permito a mis diferentes almas de alternarse… Si fotografías para los demás, no vendrá fuera tu esencia, terminaras por hacer cosas que han hecho todos, solo porque sabes que gustan… A través de mis fotografías salen mis ideas, mis pasiones, mis monstruos, qué soy y qué pienso.»
De Luca, de formación en estudios clásicos y licenciado en jurisprudencia, no se ha quedado fijo en un tipo de fotografía, su trabajo se mezcla entre la fotografía tradicional y experimental, en la incursión de diversos procesos y materiales para conseguir sus fotografías que se destacan por las formas y trazos, que el describe como un proceso de uniones inspirado en la metafísica.
«La geometría me sirve como gramática de lenguaje expresivo en la imagen. El esqueleto estructural, la composición y el corte geométrico sirven para dar una llave de lectura a la imagen; si no se hace como los dadaístas, que ponían las palabras en un saco y después las sacaban fuera una por una para componer una poesía.»
Sus retratos en formato cuadrado y un proceso en blanco y negro con un pequeño virado hacia el sepia destaca a las fotografías de Augusto De Luca, que tienen gran fuerza en la composición y la expresión del retratado.
Ha expuesto en galerías italianas y extranjeras, además en Museos y sedes institucionales como la Cámara de Diputados (Italia) en Roma, en diferentes Institutos de Cultura Italiana y en Sedes Universitarias en el extranjero.
”Cada una de mis fotografías está filtrada por la EMOCIÓN, de la relación que se crea entre el lugar a retratar y mi mismo. Cuando veo algo que me atrae, empiezo a darle vuelta para encontrar mi encuadre. Es un trabajo sobre mí y sobre la ciudad al mismo tiempo.»
Sus fotografías aparecen en diferentes colecciones públicas y privadas como las de la Biblioteca Nacional de París, las del Archivo Fotográfico del Ayuntamiento de Roma, las de Internacional Polaroid Collection (EUA), las de la Galería Nacional de Artes Estéticas de China (Pekín) y las del Museo de la Fotografía de Charleroi (Bélgica).
Compartimos el trabajo de Augusto De Luca, quien quiso compartir con Fotógrafo No Fotógrafo una parte de su obra de más de 45 años de trabajo.
Síguenos en Facebook: Fotógrafo No Fotógrafo