Hace 48 años en la pequeña localidad de La Higuera, Bolivia, murió el hombre que se convertiría en el revolucionario más conocido, su nombre, Ernesto Guevara, o Che Guevara, líder cubano del que hablaremos el día de hoy en Fotógrafo No Fotógrafo por su pasión por la fotografía.
El Che fue un aficionado a la fotografía, con su cámara recorrió diferentes países y durante algunos años de su vida se dedicó a la fotografía y vivió de ella. Según narra el fotógrafo español Gervasio Sanchez, el Che junto a un amigo venezolano trabajaron para una agencia argentina durante los juego panamericanos de 1955 en México, allí hicieron fotos de las diferentes competencia deportivas que se realizaron durante varios días, el revelado y las ampliaciones de estas imágenes la realizaban en un cuarto oscuro que improvisaron en el lugar que vivían, según cuenta Gervasio, luego de haber realizado el trabajo para la agencia fueron por la paga y la agencia había cerrado su oficina, lo que significó para ellos la perdida del dinero y de las fotografías.
Las calles de México también fueron recorridas por el Che, no para hacer la revolución sino para buscar personas que compraran una de sus fotos, el trabajo consistía en fotografiar personas que encontraba en la calle, entre ellas parejas y familias a las que pedía una dirección para después llevar las fotografías ya reveladas a sus casas, algunas fotografías eran compradas y otras tenían que ser regaladas porque los clientes no las pagaban.
Con la cámara colgada al cuello el Che realizó autorretratos, fotografío amigos y diferentes ciudades del mundo que visitó en su puesto como embajador itinerante de Cuba; igualmente fotografías de su recorrido en motocicleta por países de Latinoamérica e imágenes de Sierra Maestra, lugar donde nació el movimiento guerrillero de Fidel Castro que derrocaría a la dictadura de Fulgencio Batista en 1959.
El trabajo que desarrollo el Che como fotógrafo fue conocido en 1990 en la Casa de las Américas en la Habana, Cuba, y luego se convirtió en una exposición itinerante, visitando 16 ciudades en 10 países. La muestra fotográfica fue desarrollada por Josep Vicent Monzó Huertas, con el apoyo del archivo del Centro Che Guevará y de la familia Guevara, entre ellos Camilo, hijo y Aleida March, esposa.
Ernesto «Che» Guevara, además de médico, escritor y político fue sin duda un apasionado por la fotografía, un hombre que se consideraba fotógrafo antes que comandante y para quien la fotografía formaba parte integral de su vida.