La obra de Gloria Ocampo Ramírez explora la memoria como un espacio de reflexión tanto personal como colectiva. A través de la fotografía, construye un universo donde sus emociones y pensamientos toman forma en imágenes que le han servido de refugio y salvación. Con más de 20 años de trayectoria, ha abordado temas como la identidad, las enfermedades mentales y la familia. Su trabajo invita a mirar hacia el interior, a descifrar la memoria como un entramado de hilos invisibles que todos llevamos con nosotros. En esta entrevista de Fotógrafo No Fotógrafo nos sumergimos en su obra: Mental Memories.
¿Quién es Gloria Ocampo?
Gloria Ocampo Ramírez es Maestra en Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia, Magíster en Estética de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, y Doctora en Artes de la Universidad de Antioquia. Es profesora asociada en la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia y coordinadora del área de fotografía. Su investigación se centra en la fotografía, la teoría de la imagen y la estética fotográfica. Desde el ámbito artístico, su obra se enfoca en la memoria y su relación con la imagen, los archivos personales y la fotografía híbrida o intervenida.
La esencia de Mental Memories radica en la confrontación de la memoria familiar con los trastornos mentales que han marcado la historia de mi familia.
Gloria Ocampo Ramírez
¿Cómo nació tu interés por la fotografía?
Desde que comencé a estudiar Artes Plásticas en la UdeA, en el año 2002, me interesé enormemente por la magia que me brindó el cuarto oscuro… Pasé toda mi carrera en este espacio, construyendo imágenes, revelando negativos. Me atraía muchísimo el hecho de poder ser testigo de cómo, poco a poco, la imagen se iba develando por la acción de los químicos… ¡Era como magia! La fotografía fue mi refugio en muchos momentos, tanto de alegría como de vulnerabilidad… Puedo decir con toda honestidad que la fotografía me salvó.
¿Cómo surgió la idea de Mental Memories y por qué decidiste abordar la memoria como eje central?
La memoria ha sido el tema central de todo mi trabajo artístico y de mis intereses tanto fotográficos como académicos. En gran parte de mis investigaciones está presente la necesidad de reflexionar en torno a esta, a los recuerdos, a la construcción de memoria colectiva a partir del ser sujeto social y de cómo los fotógrafos siempre, a veces inconscientemente, volvemos a ella.
Particularmente, la serie Mental Memories surge de la mano de mi necesidad de revisitar mi historia personal y familiar, en un acto de reivindicación y reconocimiento de ella. Nace en la intersección de la memoria, la enfermedad mental y la herencia transgeneracional, temas que vengo explorando hace algunos años como artista e investigadora.
Este proyecto, en evolución desde el año 2023, es una profunda reflexión sobre la depresión y la ansiedad a través de la amalgama que propone la fotografía intervenida, utilizando tanto imágenes personales como familiares. A su vez, ha sido explorado en distintos proyectos que vengo desarrollando desde hace algunos años, en particular el proyecto de investigación-creación Memoria familiar y epigenética: reconstrucción y ficcionalización del archivo personal, financiado por la Universidad de Antioquia.
A través de esta serie, como artista, no solo exploro las sombras de la herencia emocional, sino que también me ofrezco una ruta hacia la aceptación y la comprensión a través de la fotografía.
En tu serie, los trastornos mentales se exploran a través de la confrontación con la memoria. ¿Qué descubriste en ese proceso?
La esencia de Mental Memories radica en la confrontación de la memoria familiar con los trastornos mentales que han marcado la historia de mi familia. La depresión y la ansiedad, a menudo invisibles y estigmatizadas, se transforman en el centro de una narrativa visual que busca desmitificar y humanizar estas experiencias. El proyecto se basa en la premisa de que el arte puede servir como un medio para revelar y procesar lo que suele quedar relegado al silencio.
Es una serie que empezó con unas cuantas imágenes, pero que se ha ido robusteciendo a medida que pasa el tiempo, pues los descubrimientos han sido muchos. Me ha llevado a grandes cuestionamientos sobre quién soy, cuál es mi papel en el círculo familiar al que pertenezco y cómo, desde mi labor docente, a través de esta propuesta, he podido romper un poco el tabú que aún hoy existe sobre la enfermedad mental.
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Tu trabajo combina fotografía, intervención y collage. ¿Por qué elegiste esta técnica para contar esta historia?
El uso del collage y la fotografía intervenida como técnicas artísticas no es accidental. Estas metodologías me permiten fragmentar y recomponer la realidad de manera que refleja la naturaleza disociada de la memoria afectada por la enfermedad mental. Las imágenes, tomadas de mi archivo personal y familiar (que, lastimosamente, por ser tan reducido, me ha obligado a recurrir a otros archivos), se combinan con elementos gráficos y textuales provenientes de los vademécums de pastillas psiquiátricas y de libros relacionados con el tema. Este enfoque multidimensional crea un tapiz visual que encarna la complejidad y la profundidad de la experiencia emocional transgeneracional.
Si Mental Memories pudiera hablar, ¿qué historia o mensaje crees que contaría? ¿Qué reacción esperas generar en quienes ven tu trabajo?
Para mí, cada pieza de Mental Memories actúa como una ventana hacia el pasado y el presente, al mismo tiempo que invita al espectador a una introspección personal sobre sus propias experiencias y recuerdos. Me encantaría que quien estuviera frente a esta serie se cuestionara sobre su propia historia familiar, dándole lugar a emociones o sentimientos que, quizás, no lo han tenido.
Mental Memories sugiere que, a pesar del estigma y el aislamiento que a menudo rodean a estos trastornos, el arte puede ofrecer una forma de reconciliación y aceptación.
¿Sientes que este proyecto ha cambiado tu manera de entender las relaciones familiares y la memoria?
Absolutamente, a través del desarrollo de esta serie he podido entender que la memoria es fragmentaria, incierta y, en ocasiones, ficcional. Por ende, pretendo metaforizar esto desde el uso de las imágenes familiares, a menudo intervenidas para representar la distorsión del recuerdo y la percepción, yuxtaponiéndolas a textos clínicos que brindan una perspectiva fría y objetiva sobre los tratamientos psiquiátricos (de los que fui testigo desde que tengo uso de razón). Esta fusión de lo personal con lo clínico no solo subraya el conflicto interno entre ser parte de un entorno familiar complejo pero amoroso, sino que también resalta la falta de correspondencia entre la experiencia vivida y la descripción médica de los trastornos mentales, así como la mirada crítica y poco compasiva sobre quienes padecemos dichos trastornos.
El aspecto terapéutico del proyecto, para mí, es esencial. A través del proceso artístico no solo busco comunicar mis propias luchas y las de mi familia, sino también ofrecer un espacio para la comprensión sobre la normalización de los trastornos mentales en nuestra sociedad. Mental Memories sugiere que, a pesar del estigma y el aislamiento que a menudo rodean a estos trastornos, el arte puede ofrecer una forma de reconciliación y aceptación.
Uno es la fotografía que hace. ¿Qué dice tu fotografía sobre ti?
Pienso que esta serie ha mostrado más de mí de lo que hubiera imaginado; ha revelado mi vulnerabilidad, mis tristezas y las luchas internas que atravieso, así como las que han atravesado, por generaciones, mis ancestros. Pero también devela la fuerza para sobrellevar el día a día y demuestra el gran interés que tengo en que la sociedad deje de lado el estigma sobre la enfermedad mental.
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¿Dónde podemos conocer más de tu trabajo?
Pueden ver mi trabajo en Instagram @gloriao_ocampo
¿Nos recomiendas un fotógrafo o fotógrafa que debamos conocer?
Recomiendo el trabajo de la fotógrafa Juliana Restrepo Santamaría: @julianarestreposantamaria.
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